SID VICIOUS
10 febrero, 2021
El Último Viaje del Decadente Pistolero del
Punk Británico
«Sid demostró que no hay que tocar bien para ser la estrella. Puedes tocar mal, incluso no tocar». Malcolm McLaren
Un 2 de febrero de 1979, el peor bajista de rock de la historia y emblema del punk más destroyer, Simon John Ritchie alias Sid Vicious, moría de una sobredosis de heroína de alta pureza que su madre, Anne Beverley, le había facilitado durante una fiesta para celebrar su libertad condicional.
Nacido en 1957 en un barrio londinense y abandonado al poco tiempo por su padre, el pequeño Simon, a su manera, enfrentaría un desdichado destino. A los 16 años siendo un adolescente seguidor de bandas punk que frecuentaba la tienda underground de ropa «SEX» propiedad de Malcolm McLaren, emprendía su propia búsqueda. En 1976 arma un raro proyecto musical llamado The Flowers of Romance junto al co-fundador de The Clash, Keith Levene, Palmolive y Viv Albertine quienes más tarde formarían The Slits, pero no daría frutos. Ese año colaboró como baterista de Siouxsie & the Banshees en el primer concierto de esta banda y fue convocado para audicionar para ser vocalista de The Damned pero nunca llegó a la cita. En 1977 ingresó a los Sex Pistols convocado por John Lydon para reemplazar al saliente Glen Matlock, aunque Simon no tenía experiencia alguna tocando el bajo, Lydon y MacLaren vieron en él la actitud debido a su prontuario de escándalos en la movida punk londinense de entonces. Un caótico busca líos le daría el toque perfecto a la banda.
Vicious tenía solamente 19 años cuando ingresó a los Sex Pistols que, en ese entonces ya eran reconocidos por sus confrontativos shows y algunos singles que grabaron para EMI. Antes de ser miembro de la banda, Vicious ya contaba con varios episodios de violencia y excesos (por ejemplo, cuando lanzó una botella durante un show de The Damned y los vidrios lastimaron a una mujer que, perdió el ojo a causa del incidente).
Ese mismo año 1977, la banda entró al estudio para grabar su primer y único álbum: «Never Mind The Bollocks, Here’s the Sex Pistols», uno de los discos más emblemáticos del movimiento punk y de la historia del rock en general. Incluiría dos grandes clásicos como “Anarchy in the UK” y “God Save the Queen”, pero sería otro bajista el que grabaría la mayoría de las pistas; Sid no tenía la experticia.
Un año después, consolidados los Pistols, Sid con 20 años, estaba en su mejor momento y conoce a Nancy Spungen, una exprostituta. Sid y Nancy, los Romeo y Julieta del punk, protagonizaron la historia de amor más intensa y destructiva de la música. Su romance apenas duró un año y como toda buena tragedia su desenlace no pudo ser más catastrófico. Sin lugar a dudas, estaban hechos el uno para el otro. Éste fue el comienzo de una relación dependiente, violenta y destructiva. Aunque el bajista de los Sex Pistols ya estaba familiarizado con el consumo de drogas, se sospecha que fue Nancy quien le introdujo en el mundo de la heroína. Así que rápidamente, Vicious se haría adicto, y eso acabaría pasándole factura.
«La mañana del 12 de octubre de 1978, el bajista se despertó desconcertado y aturdido por los efectos del Tuinol en la habitación número 100 del neoyorkino Hotel Chelsea. La cama estaba empapada de sangre, y Vicious siguió el rastro rojo que atravesaba la habitación y que llegaba hasta el cuarto de baño. Lo que vio a continuación jamás lo pudo olvidar. Nancy se encontraba tirada en el suelo del servicio, bajo el lavamanos, junto a la bañera, vestida sólo con ropa interior negra manchada por el color carmesí de la sangre. Un cuchillo le atravesaba el abdomen. Nancy Spungen había muerto desangrada a los 20 años. Fue arrestado acusado por homicidio en segundo grado. “No pueden detenerme. Soy una estrella de rock”, declaró a la policía. Después confesó ser el culpable: “Lo hice porque soy un perro asqueroso”. Aunque más tarde alegó que la encontró muerta cuando despertó para buscar un frasco de metadona. La compañía Virgin pagó la fianza y el bajista salió de prisión a la espera de un juicio.
Finalmente, el 2 de febrero de 1979, durante la celebración por su libertad condicional el bajista logró salirse con la suya y fallece a los 21 años, víctima de una sobredosis de heroína pura que su madre, Anne Beverley, le había facilitado. La propia progenitora declaró que su hijo no habría aguantado la condena en la cárcel y también aseguró haber encontrado una nota de suicidio que rezaba: “Teníamos un pacto de muerte y tengo que cumplir mi parte del acuerdo».
Una chica muere y es enterrada. Su pareja fallece poco después. Una carta que asegura un pacto de muerte entre los dos sella esta historia de amor. La madre del chico decide que los restos de los jóvenes amantes deben descansar juntos y totalmente borracha con los restos en su poder pierde las cenizas en la Terminal 1 del aeropuerto Heathrow de Londres: dejó caer la pequeña urna que contenía las cenizas de su hijo. y estás se esparcieron por los aires. De ahí surge la leyenda que dice que el fantasma de Sid Vicious se encuentra vagando entre los conductos del aire acondicionado del aeropuerto londinense.
El chico malo de la primera ola del punk inglés no dejaba ningún legado musical, pero vivió el escenario al extremo y la podredumbre de una escena artística que no le importaba nada y eso fue más que suficiente para dejar claro que no había límites para hacer lo que te diera la gana.
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